lunes, 1 de diciembre de 2014

Razonamiento circular

La Biblia es infalible porque es la palabra de Dios y Dios es infalible, tal y como lo dice la Biblia. Evidentemente esta es un pésimo argumento, y el motivo es que es un razonamiento circular. La validez de la premisa depende de la conclusión, lo que no es mejor que simplemente decir la conclusión a secas. Cuando un razonamiento circular es muy corto también se lo conoce como petición de principio.

Un argumento circular no necesariamente es corto, simple o fácil de reconocer. Por ejemplo, durante siglos varios matemáticos trataron de demostrar el quinto postulado de Euclides usando los cuatro postulados previos. Sin embargo, todas las demostraciones, por largas o complejas que fueran, hacían uso de hechos que a solo eran demostrables gracias al quinto postulado (como la existencia de rectángulos, o que la suma de ángulos internos de un triángulo siempre es 180º). Más tarde se encontró que el quinto postulado es independiente de los otros, lo que significa que todas las pruebas que demostraban lo contrario y que no tenían errores matemáticos eran, por necesidad, razonamientos circulares.

Una variante común es justificar una proposición con otra distinta que significa lo mismo. Por ejemplo: Todos los vegetarianos comen sano, porque las personas que no comen sano no son vegetarianas.

La manera más fácil de contrarrestar un argumento circular es mediante la reducción al absurdo, lo que generalmente da como resultado otro argumento circular cuya conclusión es la opuesta de la original.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Falacia de la falacia

¿Ya sabes reconocer todas las falacias? ¿Puedes darte cuenta fácilmente de que quién no está siendo riguroso en sus argumentos? Tal vez crees que estás listo para salir a refutar al mundo entero, pero no es tan simple. Refutar el argumento de alguien y concluir que su postura es errada también es falaz. Esto se conoce como la falacia de la falacia. En síntesis, que alguien use una falacia no quiere decir que esté equivocado, solo que no está argumentando desde la lógica.

En realidad es bastante lógico. Es posible tener una postura válida y defenderla con argumentos inválidos. Refutar estos no afecta a la postura de fondo. Más aún, en algunas ocasiones ciertas falacias son mucho más convincentes que la argumentación lógica, como en el caso de la apelación a las emociones o la apelación a la autoridad. Si esto es justificable o no para defender una idea es una cuestión moral.

Es fácil caer en esta falacia si uno está más enfocado en atacar los argumentos del otro que las ideas centrales que trata de defender. Usualmente para probar o refutar una idea se necesita más que lógica, como por ejemplo evidencia física o numérica, como discutí antes.

La falacia de la falacia también se puede juntar con la falsa dicotomía, cuando uno (creyendo haber refutado a la otra parte) concluye que entonces que su postura es la correcta.

domingo, 17 de agosto de 2014

Falsa analogía

Una analogía es una gran herramienta para explicar conceptos. Permite asociar ideas nuevas con el conocimiento previo, o describir algo complejo de tal manera que sea entendible a un nivel más básico. Los problemas ocurren cuando uno trata de forzar una analogía más allá de lo razonable.

Una falsa analogía consiste en tomar partes similares de dos conceptos para luego tratar de forzar más similitudes. También se puede tratar de aplicar varias analogías como si fuera una relación transitiva (si A está relacionada con B, y B está relacionada con C, entonces A está relacionada con C). En lógica formal, esta falacia es un non sequitur.

Ejemplo: "El ser humano es como una máquina en la que todas sus partes son necesarias para mantenerse en funcionamiento, similar a un reloj suizo. Así como el reloj fue diseñado por un relojero, debe haber un creador que diseñó al ser humano".

Esta falacia trata de apelar a la intuición y familiaridad de las personas para hacer pasar por significativas las relaciones superfluas entre los elementos de la analogía. Es una falacia poderosa debido a que los humanos aprendemos por asociación de ideas, que es justamente la base de las analogías.

Algunos ejemplos reales:
Para justificar algunas creencias new age, es común hacer analogías entre los seres humanos y los "sistemas" en general (que pueden ir desde núcleos familiares y empresas hasta sistemas solares o galaxias) para atribuir conciencia a estos sistemas.
Los creacionistas hacen comparaciones como la del reloj suizo para concluir que debe existir Dios, que fue quien desarrolló a los seres vivos.
Los grupos racistas hacen analogías entre grupos humanos pequeños (que se crean por afinidad) y la población en general para justificar la discriminación por raza a nivel estatal.
En política, tratar de comparar una medida con obvias consecuencias negativas con una vacuna, quimioterapia o algún otro tratamiento médico con efectos secundarios que a la larga resulta beneficioso.

¿Cómo identificar esta falacia?
Para empezar, es muy probable que la analogía no esté sola, sino que vaya acompañada de otras. El uso excesivo es una señal de que algo no está bien justificado. También puede ser que no haya varias analogías sino solo una, pero es parte fundamental del argumento y nunca se propone una justificación alternativa.

¿Qué hacer ante esta falacia?
Una posibilidad es exigir una explicación más técnica y rigurosa (en contraste a la analogía que por necesidad es una simplificación). Se puede señalar una diferencia crucial que hace que la analogía se rompa. También es posible usar la reducción al absurdo.

lunes, 30 de junio de 2014

Non sequitur

Non sequitur es una palabra del latín que significa "no se sigue". En la lógica se la usa para referirse a una conclusión que no está relacionada con las premisas usadas.

No siempre es evidente que ha ocurrido un quiebre en un razonamiento lógico, sea intencional o no. El non sequitur puede ocurrir en un momento en que se desvía la atención de las partes (como en la cortina de humo), cuando se apela a algo distinto de la lógica para validar un argumento (ver apelaciones) o escondido entre una larga serie de implicaciones (como puede ocurrir en una pendiente resbaladiza). La ambigüedad del lenguaje también puede dar paso a un non sequitur, como en el caso de la falacia de equivocación o anfibología (cuando se usa varios significados posibles de una misma palabra o frase como si fueran intercambiables).

sábado, 31 de mayo de 2014

Pregunta cargada

Una pregunta cargada es aquella que presupone un hecho, de manera que cualquier respuesta daría la impresión de que ese hecho ocurrió.

Ejemplo: A le pregunta a B "¿Todavía le pegas a tu esposa?". La presuposición es que B le pega a su esposa. Si B responde que sí, entonces se entiende que B le pegaba a su esposa y sigue haciéndolo. Si responde que no entonces está aceptando que antes le pegaba, aunque ya no más.

Es común usar una pregunta cargada para tratar de validar un hombre de paja, de manera que parezca que la otra parte o bien acepta el hombre de paja como su argumento propio (el cual es fácil de refutar) o no tiene una postura clara. Por ejemplo: "¿Es verdad que crees en la evolución? ¿Crees que dos monos tuvieron sexo y tuvieron un hijo humano?". En este caso se presentan dos preguntas juntas que no son equivalentes, pero se busca una respuesta de sí o no que aplique a ambas.

¿Qué hacer ante una pregunta cargada?
Usualmente las preguntas cargadas tienen varias partes (a veces implícitamente, como en el primer ejemplo). Es importante saber separar ambas partes y explicar por qué no aceptas la pregunta cargada en su totalidad.

martes, 1 de abril de 2014

Falacia del alegato especial

Todos podemos opinar sobre cualquier cosa (por supuesto, es preferible solo opinar sobre aquello que se conoce, pero decir tonterías es parte de la libertad de expresión). Si alguien impone una condición para poder discutir un tema, está apelando a la falacia del alegato especial. Es similar a la falacia ad hominem, con la diferencia de que se descalifica no a una persona, sino a quienes compartan un conjunto de creencias que pueden ser religiosas, políticas, culturales, o simplemente que no cumplan alguna característica (como ser de cierta raza u orientación sexual).

La idea detrás del alegato especial es presumir que para entender y poder discutir sobre un determinado tema se necesita una visión o sensibilidad única que solo la tiene cierto grupo. Es un intento de hacer no falsable una creencia, o que sea imposible demostrar que sea falsa.

Por qué es una falacia: Supongamos que una persona A hace una demostración basada en la reducción al absurdo para concluir que no existe el Monstruo de Espagueti Volador (Monesvol). La persona B puede hacer uso del alegato especial para argumentar que la existencia de Monesvol se basa en la fe, y por lo tanto no se puede usar una herramienta lógica para demostrar su inexistencia. ¿Por qué es una falacia? En el ejemplo anterior se puede reemplazar a Monesvol por cualquier cosa, y la reducción al absurdo por cualquier método de demostración lógica o basada en evidencia. El alegato especial es un intento para evitar el discernimiento basado en la lógica o ciencia sin ninguna justificación. Esta falacia se puede basar no solo en la fe, sino en vivencias, revelaciones, intuición o cualquier tipo de experiencia personal que no sea transmisible.

Ejemplos:
Si no eres cristiano, no puedes juzgar la moralidad de la Biblia o la existencia de Dios.
Si no eres de determinada clase económica, no puedes discutir sus problemas sociales.
Si no eres de determinado país, no puedes hablar de su situación política/económica/social, etc.
Si no votaste, no te puedes quejar del gobierno.
Si no leíste un texto en el idioma original, no puedes analizarlo.

La falacia del alegato especial es un recurso para evitar refutar argumentos que vengan de distintas ideologías, religiones, creencias, etc. Es una posible forma de imponer una condición inalcanzable si la usa alguien que está moviendo el gol. Alguien que use la falacia del alegato especial no está participando en una discusión, solo está haciendo aseveraciones sin una justificación. Se debe tener en cuenta que cualquier afirmación que sea mensurable o comprobable puede ser analizada científica o lógicamente, por más que sea de índole religiosa o filosófica.

lunes, 3 de marzo de 2014

Falacia del jugador

Hagamos el siguiente experimento mental. Tú estás lanzando una moneda justa (no está sesgada para que caiga más de un lado que del otro, también llamada probabilidad uniforme) y anotas los resultados. En un momento dado, la moneda ha caído 9 veces consecutivas en sello. ¿Qué es más probable, que la siguiente vez caiga cara o sello nuevamente? La respuesta correcta es que es ambos resultados son igualmente probables. Sin embargo, hay algo que nos dice que la probabilidad de que salga sello 10 veces consecutivas es demasiado improbable, lo que lleva a muchos a pensar que lo más probable es que salga cruz y se rompa el patrón. ¿Por qué está mal esta manera de pensar?

Este error es lo que se conoce como la falacia del jugador, que se basa en dos premisas falsas. La primera es pensar que la probabilidad siempre es dependiente del pasado. En el caso expuesto no es así, cada lanzamiento de moneda es independiente de las demás de modo que lo pasado no afecta en absoluto la probabilidad de eventos futuros. Algunos ejemplos de eventos independientes son el lanzamiento de monedas o dados, la ruleta o la lotería. En cambio, ir sacando cartas de un conjunto de naipes genera eventos dependientes. Cada extracción modifica el tamaño de la baraja, de modo que las probabilidades van cambiando en cada paso.

El otro error que se comete es pensar que ciertos patrones son menos aleatorios que otros, y por lo tanto menos probables. En realidad, sacar 10 veces cruz al lanzar la moneda no es menos probable que cualquier otra combinación (hay 1024 combinaciones y todas tienen una posibilidad de 1/1024). El cerebro humano es muy bueno para detectar patrones, pero muy malo para identificar y generar aleatoriedad. Una secuencia de ceros y unos como 011111111 parece poco aleatoria y eso puede llevar a alguien a creer que "ya toca" un 0. Sin embargo, si estuviéramos llenando las posiciones al azar de manera uniforme la larga fila de unos no afecta en nada las probabilidades para la siguiente posición.

En general, la falacia del jugador es una trampa mental nos puede llevar a subestimar o sobrestimar una probabilidad. Hay que recordar que la intuición no es buena para este tipo de cálculos. Se debe aprender diferenciar entre eventos independientes en los que el pasado no afecta las probabilidades futuras, y eventos dependientes donde sí.

viernes, 14 de febrero de 2014

Falacia Ad hominem

Ad hominem es una expresión que viene del latín "a la persona". La falacia ad hominem consiste en descalificar a alguien en lugar de refutar sus argumentos. Desde el punto de vista de la lógica formal, la falacia ad hominem es un non sequitur (no se sigue), ya que la validez de un argumento no depende de quién lo enuncie, excepto en algunos casos específicos.

Ejemplo: 
A y B están discutiendo sobre la eficacia de la homeopatía (nota: no sirve). A presenta evidencias que apuntan a que la homeopatía no es más que un placebo, a lo que B responde que A tiene la mente cerrada o que defiende a la industria farmacéutica por intereses propios. En realidad B no ha respondido de manera satisfactoria a los argumentos de A, solo ha afirmado que esta no está calificada para participar en la discusión.

No son ejemplos:
-Insultos a secas. Un insulto por sí mismo no es una falacia ya que a pesar de ser dirigido a la persona (ad hominem), no forma parte de una argumentación. Si A le dice a B que es un idiota lo está insultando sin caer en una falacia, a diferencia de si A le dice a B que su argumento es inválido porque B es un idiota.
-Argumentos ad hominem en los que el tema de discusión es la persona a quien este va dirigido. Si A y B están discutiendo la integridad moral de B, un argumento en contra de B sí es pertinente.

Tu quoque: Un caso particular cuyo nombre proviene del latín y significa "tú también", es cuando se usa el ataque como pantalla de humo en respuesta a una acusación.

Ejemplo: En un debate político, A denuncia a B de corrupción. Como respuesta, B denuncia la corrupción de A, con el objetivo de quitarse den encima el enfoque del público y sin responder nada. En un mundo ideal, tanto A como B deberían ser sometidos a un juicio por corrupción y por obstrucción de la justicia, ya que ambos tenían pruebas que incriminaban al otro y no las usaron hasta época de campaña. En cambio, en el mundo real es mucho más probable que una acusación entierre la anterior.

En resumen: Es importante saber diferenciar una falacia ad hominem de un simple insulto. Además es necesario analizar si un ad hominem es pertinente (en caso de que el tema de discusión sea la persona a quien va dirigido el argumento) antes de calificarlo como una falacia. Como siempre, luego de haber identificado una falacia lo que se debe hacer es exponerla como tal. Nunca responder a un ataque personal con otro.

Nota: A y B son personajes ficticios, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

viernes, 31 de enero de 2014

Causa y efecto

Una relación de causalidad entre dos eventos es aquella en que uno de los dos eventos desencadena al otro. Por ejemplo, oprimir un interruptor desencadena un mecanismo que permite el flujo de corriente por un cable, y este flujo de corriente a su vez hace que un foco se ilumine. Pero en nuestra realidad pasan muchísimas cosas en cada instante y no es tan fácil saber exactamente la causa (o causas) de un evento. Esto da lugar a las siguientes falacias:

Post hoc ergo propter hoc: Significa "después de esto, por lo tanto a causa de esto" y se lo conoce también como falsa causalidad. Ocurre cuando uno concluye que hay una relación de causalidad entre dos eventos porque uno ocurrió después que el otro.

Ejemplo: "Una vez comí maíz genéticamente modificado, y al día siguiente estuve mal del estómago. El maíz genéticamente modificado me hace daño". Es la falacia de falsa causalidad, ya que puede ser que el malestar no fuera debido al maíz, sino a algún otro alimento o bebida, o incluso ser somatización debido al temor de haber consumido un producto genéticamente modificado.

Cum hoc ergo propter hoc: Significa "con esto, por lo tanto a causa de esto". Muy similar a la anterior, la diferencia consiste en que se usa una correlación estadística en vez de ordenamiento temporal. La frase "correlación no implica causalidad" que es común en estadística se refiere a esta falacia específicamente.

Ejemplo: En países con estaciones calientes, hay una correlación entre el consumo de helado y el número de crímenes violentos. Sería falaz concluir que una de estas cosas desencadena a la otra. Lo que ocurre es que ambas son causadas por el aumento de temperaturas (hay una relación causal demostrada entre los climas más cálidos y la violencia).
Otra posibilidad es que dos eventos muestren una correlación estadística por pura coincidencia, lo que se vuelve muy probable si se está comparando un gran número de variables (en esto se basa la falacia del francotirador tejano).

Ambas falacias, en especial la segunda, son comunes en estudios y análisis estadísticos que presentan una correlación (que bien puede ser real y obtenida mediante un análisis riguroso) pero se la usa para concluir erradamente una causalidad. Entre quienes usan este tipo de tácticas usualmente están:
Personas que promueven una dieta enfocada en aumentar o reducir un nutriente específico.
Grupos religiosos que buscan demostrar que la homosexualidad, la masturbación, el ateísmo o los abortos inducidos son dañinos para la salud mental o física.
Gente paranoica que quiere probar la existencia de una conspiración.
"Médicos alternativos" que quieren demostrar que sus terapias y remedios son más efectivos que un placebo, o incluso que la medicina real.

¿Qué hacer para reconocer estas falacias?
La prueba más básica que tiene que pasar un análisis estadístico es contar con un grupo de control. Luego de esto, se debe aislar todas las posibles variables que afecten el resultado, o al menos las más importantes. Cualquier estudio que no cumplas estas condiciones puede ser ignorado, pues no presenta evidencia suficiente para poder separar el resultado de una falsa causalidad. Si es posible, es bueno buscar experimentos independientes y comparar resultados, así como meta análisis en caso de haberlos.