martes, 1 de abril de 2014

Falacia del alegato especial

Todos podemos opinar sobre cualquier cosa (por supuesto, es preferible solo opinar sobre aquello que se conoce, pero decir tonterías es parte de la libertad de expresión). Si alguien impone una condición para poder discutir un tema, está apelando a la falacia del alegato especial. Es similar a la falacia ad hominem, con la diferencia de que se descalifica no a una persona, sino a quienes compartan un conjunto de creencias que pueden ser religiosas, políticas, culturales, o simplemente que no cumplan alguna característica (como ser de cierta raza u orientación sexual).

La idea detrás del alegato especial es presumir que para entender y poder discutir sobre un determinado tema se necesita una visión o sensibilidad única que solo la tiene cierto grupo. Es un intento de hacer no falsable una creencia, o que sea imposible demostrar que sea falsa.

Por qué es una falacia: Supongamos que una persona A hace una demostración basada en la reducción al absurdo para concluir que no existe el Monstruo de Espagueti Volador (Monesvol). La persona B puede hacer uso del alegato especial para argumentar que la existencia de Monesvol se basa en la fe, y por lo tanto no se puede usar una herramienta lógica para demostrar su inexistencia. ¿Por qué es una falacia? En el ejemplo anterior se puede reemplazar a Monesvol por cualquier cosa, y la reducción al absurdo por cualquier método de demostración lógica o basada en evidencia. El alegato especial es un intento para evitar el discernimiento basado en la lógica o ciencia sin ninguna justificación. Esta falacia se puede basar no solo en la fe, sino en vivencias, revelaciones, intuición o cualquier tipo de experiencia personal que no sea transmisible.

Ejemplos:
Si no eres cristiano, no puedes juzgar la moralidad de la Biblia o la existencia de Dios.
Si no eres de determinada clase económica, no puedes discutir sus problemas sociales.
Si no eres de determinado país, no puedes hablar de su situación política/económica/social, etc.
Si no votaste, no te puedes quejar del gobierno.
Si no leíste un texto en el idioma original, no puedes analizarlo.

La falacia del alegato especial es un recurso para evitar refutar argumentos que vengan de distintas ideologías, religiones, creencias, etc. Es una posible forma de imponer una condición inalcanzable si la usa alguien que está moviendo el gol. Alguien que use la falacia del alegato especial no está participando en una discusión, solo está haciendo aseveraciones sin una justificación. Se debe tener en cuenta que cualquier afirmación que sea mensurable o comprobable puede ser analizada científica o lógicamente, por más que sea de índole religiosa o filosófica.