sábado, 30 de noviembre de 2013

Ningún verdadero escocés.

Esta falacia se entiende mejor con un ejemplo.Y el mejor ejemplo que hay es también el origen del nombre:
Un escocés lee el periódico en la mañana y ve que en una cuidad inglesa ocurrió un crimen terrible. Se dice a sí mismo "ningún escocés haría algo así". En la mañana siguiente, lee el periódico y resulta que en un pueblo vecino ocurrió un crimen aún peor que el anterior, perpetrado por un escocés. Entonces se dice a sí mismo "ese no es un verdadero escocés".
La falacia del verdadero escocés se trata de hacer lo mismo que el protagonista de la historia. Él hace una afirmación general (ningún escocés cometería un crimen como tal), luego se entera de que esta es falsa debido a un contraejemplo (un individuo que es escocés y cometió un crimen terrible) y en lugar de admitir que su afirmación inicial es falsa, modifica la definición para excluir el contraejemplo (ese no cuenta porque no es un verdadero escocés).

De esta forma, uno puede modificar las definiciones para satisfacer una postura o enunciado a pesar de que se encuentre evidencia contradictoria. Es común el uso de esta falacia para mover el gol.

La forma de contrarrestar esta falacia es hacer notar el cambio de definición. También ayuda pedir las definiciones por anticipado (lo cual además ayuda a evitar discusiones semánticas).