lunes, 29 de julio de 2013

Mover el gol

"Bueno, pero aparte del alcantarillado, la sanidad, la enseñanza, el vino, el orden público, la irrigación, las carreteras y los baños públicos, ¿qué han hecho los romanos por nosotros?"
Reg, La vida de Brian

Te hacen una pregunta y la respondes. ¿Fácil, verdad? No tanto, resulta que ahora te repiten la pregunta con algún otro detalle. Sigues respondiendo, y te siguen preguntando, pidiendo cada vez más información, más fuentes, mejor evidencia... Digas lo que digas, tu respuesta nunca va a ser suficientemente buena. Estás siendo víctima de la estrategia conocida como mover el gol.

Mover el gol es la falacia de exigir una cantidad exageradamente alta de evidencia o justificación, pero de manera gradual. Es un intento de hacer quedar mal a la otra parte, creando la impresión de que no es capaz de sustentar sus argumentos.

Un uso común que se le da es el de tratar de desacreditar teorías científicas para tratar de dar validez a explicaciones teológicas de fenómenos naturales mediante la apelación a la ignorancia. El modus operandi es pedir más evidencias y explicaciones a la teoría hasta llegar al punto de quiebre (todas las teorías científicas actuales tienen uno, puesto que no hemos hallado una gran teoría unificada que explique el universo por completo), luego aclamar que como la teoría está incompleta, no podemos descartar la explicación teológica como una posibilidad.

Ejemplos típicos son la teoría de la evolución y la edad de la tierra. Grupos creacionistas juegan a poner escenarios en los que todo nuestro conocimiento actual puede ser falso, como por ejemplo preguntar qué pasaría si cambios en las leyes físicas hicieron que los rayos cósmicos fuesen mucho menos comunes en el pasado de lo que son ahora, lo que implicaría que la cantidad del isótopo de carbono 14 fuera menos común en el pasado y por lo tanto fósiles modernos aparentaran tener millones de años con nuestras técnicas de medición actuales. Tenemos evidencia de que eso no ha pasado, pero la demostración está fuera del alcance de la persona promedio y estas tácticas buscan apelar a las masas.

Como anécdota, este blog es el producto de alguien que quiso que yo demostrara que el santo Tomás de Aquino estaba equivocado (por eso las primeras 5 entradas refutan sus pruebas de la existencia de Dios). Esa persona luego exigió que le demuestre lo mismo pero con el texto original en latín, lo cual evidentemente no hace ninguna diferencia puesto que el latín no es un idioma mágico que le da validez a las falacias, pero fue suficiente para que no pueda satisfacer su petición porque yo no sé latín.

¿Qué hacer ante alguien que mueve el gol?
Recordarle continuamente cuál fue su pregunta inicial. Preguntar de antemano qué cantidad de evidencia o qué tipo de demostración sería satisfactoria para probar un punto. Si la cantidad de evidencia exigida es innecesariamente grande o complicada, hacer notar por qué la petición es absurda. Volver con la misma moneda y pedir tanta o más evidencia en contra de la que uno ha presentado.